INMIGRACION. ERECHOS HUMANOS PIDE AL GOBIERNO QUE REGULARICE A LOS INMIGRANTES ENCERRADOS EN SEVILLA
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El vicepresidente de la Asociación pro Derechos Humanos de España (APDHE), Juan José Tamayo, exigió hoy al Gobierno que facilite documentación a los 400 inmigrantes irregulares encerrados en la Universidad Pablo Olavide de Sevilla.
En declaraciones a Servimedia, Tamayo afirmó que si ese colectivo no tiene trabajo, el Ejecutivo debe posibilitarles la consecución de un trabajo y faclitarles los trámites "para que la desgracia de haber emigrado no sea una otra desgracia más que es no tener empleo y carecer de condiciones mínimas para sobrevivir".
Tamayo rechazó las declaraciones del secretario de Estado de Extranjería, Enrique Fernández-Miranda, en las que pidió a los encerrados en Sevilla que se fueran a su casa. "En España hay más de un millón de parados y no por eso se les dice que se queden en su casa o se les manda fuera", sentenció.
Añadió, que estas personas "no tiene que marcharse, porque los que vienen a España tienen derecho a sentarse a nuestra mesa y compartir con nosotros el buen momento de la economía".
Además, el vicepresidente de esta asociación resaltó "el comportamiento ejemplar" que están teniendo las autoridades académicas de esa universidad por permitir este encierro, "porque denota que hay lugares de acogida cálida y solidaria en los entornos universitarios e intelectuales, lo que contrasta con el rechazo del Gobierno y de cierta xenofobia y reticenia por parte de las leyes".
"La acogida de los inmigrantes es un signo de una excelente salud de la sociedad civil y de algunas de sus más instituciones", recalcó.
En este sentido, subrayó que el hecho de que desde la Universidad no se haya llamado a la Policía para desalojar a los encerrados "denota su escrupuloso respeto y reconocimiento de los derechos que tienen unas personas a quienes la ley se los niega".
Finalmente, Tamayo abogó por establecer de manera definitiva el derecho de ciudadnía mundial, lo que comporta que todos los ciudadanos del planeta podamos movernos libremente. A su juicio, contrasta la libertad de movimiento de capitales en los países desarrollados con el rechazo a la libertad de movimiento de algunas personas.
(SERVIMEDIA)
12 Jun 2002
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