Moro declaró en los pasillos de la Cámara Alta que los medios que se necesitan para atender a estas personas son "altísimos", porlo que la ciudad necesita "apoyos complementarios".

El representante gubernamental destacó que la situación actual en Ceuta es "halagüeña" respecto a la inmigración, ya que ha pasado de un "tinte más amargo", con 2.500 personas en el centro de acogida de Calamocarro, a otro "más amable", con 350 internados en unas "buenas" instalaciones.

Moro explicó que a estas personas se les trata de explicar sus derechos y de impedir que se sumerjan en la marginalidad, algo que no es sencillo, ya que hay extrnjeros de procedencias tan dispares como los magrebíes, asiáticos, pakistaníes, etcétera.

El delegado del Gobierno denunció que las mafias del norte de Marruecos "complementan el tráfico de hachís con el de personas" una actividad "más rentable y con penas menores" en caso de ser descubiertos. También reclamó al Gobierno marroquí que debería acrecentar su vigilancia en las fronteras.