En el acto de inauguración del Encuentro Internacional sobre el Diálogo entre Culturas, Chaves abogó por que la UE lleve a cabo políticas activas de desarrollo sostenible en los países de origen de la población inmigrante.

Tras recordar que ése era uno de los objetivos principales de la Conferencia de Barcelona de 1995, el presidente reconoció que el espíritu euromediterráneo de la citada conferencia e ha revelado como "poco ágil y eficiente" y no ha logrado los efectos buscados, reflexión con la que coincidió el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Miquel Nadal, quien en su intervención dijo que los resultados de aquella conferencia "no han estado a la altura de las expectativas".

Chaves se refirió también a la próxima cumbre de la UE de Sevilla, en la que "existe el propósito" de aprobar un Plan sobre Inmigración, que "si no va acompañado de un plan para favorecer la cooperación no dará ua respuesta adecuada, una salida, para las poblaciones del Mediterráneo".

"Se está produciendo una cierta criminalidad de los inmigrantes", denunció Chaves, quien opinó que la diversidad cultural se está abordando desde el temor al conflicto de las civilizaciones y no como una riqueza vital a compartir, por lo que apostó por que la UE ofrezca una respuesta "abierta, generosa y democrática".

El secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Miquel Nadal, afirmó que el diálogo entre culturas ha cobrad todo su sentido, sobre todo, desde el 11 de septiembre, y subrayó que hay que "pasar del diagnóstico a los hechos".

A su juicio, el Mediterráneo es un mar de división, no sólo política, sino también económica, cultural y social, divisiones que se han reavivado por el escaso reconocimiento que existe todavía entre las tres grandes culturas y religiones y por la elevadísima tasa de analfabetismo.

El Príncipe El Hassan Bin Talal de Jordania apostó por acciones para incrementar la "confianza mutua" , en relación con el conflicto en Oriente Próximo, dijo que "los judíos tienen que reconocer el sufrimiento del pueblo palestino y, los árabes, tienen que reconocer el holocausto", convencido de que "para entendernos, tenemos que aprender la historia de los otros".