Aznar hizo este anuncio en el curso de la conferencia inaugural del seminario "El futuro del espacio de seguridad, justicia y libertad en la Unión Europea", organizado por el Instituto de Estudios Europeo de la Universidad San Pablo-CEU.

Esta reforma simplificará los trámites burocráticos ara los inmigrantes, de manera que el visado en sus países de origen sirva como permiso de trabajo y residencia en España. Aznar expresó su deseo de que esta reforma alcance un amplio consenso en su tramitación parlamentaria.

El presidente argumentó que la Unión Europea tiene que centrar sus esfuerzos futuros en la lucha contra el terrorismo, como "manifestación de la barbarie y como verdadera amenaza contra nuestra civilización"; el combate contra la delincuencia organizada, y la configuración de unapolítica de inmigración capaz de conjugar la integración con el respeto a la capacidad real de acogida de cada país.

Según explicó, el objetivo de esta reforma será "favorecer la inmigración legal", respetando en todo momento "la capacidad de acogida" de España, que "no es ilimitada".

Se trata, por tanto, de facilitar a los trabajadores extranjeros que vengan a España en condiciones legales, simplificando los trámites burocráticos que deberán cumplir.

MENOS BUROCRACIA

La modificación más dtacada será la que convierta el visado que se concede en el país de origen, en "un permiso de trabajo y residencia" válido en España. Con esta medida, el Gobierno pretende poner control sobre los inmigrantes que entran en España por vías ordinarias y reducir los trámites de legalización de 3 a 1, solamente.

En este sentido, Aznar recordó que la mayor parte de los inmigrantes ilegales entran en España por los aeropuertos y no a bordo de pateras, por lo que en esta reforma también se establecerán mayore responsabilidades para los transportistas en esta materia, aunque no dió mayores detalles sobre este aspecto de la reforma.

Asimismo, aseguró que la nueva ley incluirá un catálogo de derechos para los extranjeros en España que recogerán su cobertura en materia de sanidad y educación. Además, anunció que esta reforma servirá para incluir lo dictaminado por el Tribunal Supremo sobre la actual Ley de Extranjería que obliga a reformar la actual legislación.

En materia de lucha contra la inmigración legal, esta norma tratará de mejorar los controles y los procesos de expulsión de ilegales, creará nuevas obligaciones para los transportistas e impulsará el reconocimiento de las resoluciones de expulsión dictadas en un país miembros de la Unión Europea por todos los demás socios.

"Yo creo firmemente que la inmigración es una buena oportunidad de enriquecimiento cultural, social y económico, a condición de que no permitamos que se convierta por nuestros propios errores en un problema", aseguró Aznar. Por ello, "la única forma admisible de entrar y permanecer en España y en la Unión Europea debe ser respetando la ley. Asumir la inmigración ilegal como procedimiento normal de permanencia en el país de acogida no tiene nada que ver con la solidaridad", puesto que transigir con la ilegalidad "condena" al inmigrante ilegal a la "marginalidad" y a la explotación por parte de las mafias que trafican con personas.

Aznar expresó, finalmente su deseo de consensuar con el mayor número de fuerzas de la oosición el texto de la nueva Ley de Extranjería, sobre cuyo contenido hay conversaciones desde hace meses.

Sin embargo, el presidente dijo que es consciente de que una propuesta así puede "ser pasto de la demagogia, de discursos fáciles, vacíos o retóricos" y, frente a ello, argumentó que "la seriedad política consiste en tomar decisiones cuando a uno le han elegido para la responsabilidad de ejercer el Gobierno. Es lo que yo he hecho y es lo que voy a seguir haciendo".