En declaraciones a Servimedia, Mrabet consideró "muy positivo" y "halagador" que una entidad "muy representativa de la sociedad española" como el Episcopado "rompa con la tendencia general de equiparar inmigración con delincuencia, se identifique con el discurso de la convivencia y no con el de alarmar constantemente a la sociedad española dando a entender que la inmigración es un peligro".

Mrabet expesó su "máximo apoyo" a los obispos y se congratuló de que no solamente las asociaciones de inmigrantes están luchando por defender los derechos de los extranjeros, sino también una entidad "muy representativa de la sociedad española".

El presidente de ATIME mostró su deseo de que "tanto la posición de las asociaciones de imigrantes como la de la Iglesia (católica) hagan reconsiderar al Gobierno su posición respecto a la urgencia" de reformar la actual Ley de Extranjería.