Saura justificó esta decisión "ante la gravedad de que el Banco Santander, a lo largo de los años 1987-88 y 89 haya captado más de 400.000 millones de pesetas de dinero negro utilizando como reclamo un producto financiero pretendidamente opaco desde el punto de vista fiscal: las cesiones de crédito".

El diputado asegura que este hecho se agravó cuando se produjo una sustitución de la titularidad de determinados contratos originales, cifrados en más de 60.000millones de pesetas, para intentar eludir responsabilidades.

A pesar de que se averiguó la identidad de los verdaderos titulares, hay más de 150 clientes que no han regularizado una cuota presuntamente defraudada y superior a los 15 millones de pesetas, según Saura.