En la actualidad, el poblado de los Focos está habitado por unas 300 familias, 40 de as cuales serán próximamente realojadas en Villaverde, lo que ha levantado la protesta de las asociaciones vecinales de ese distrito.

La portavoz vecinal indicó que si antes del jueves de la próxima semana no reciben una respuesta satisfactoria a sus peticiones, iniciarán una serie de movilizaciones, que incluirán diversas manifestaciones por las calles del distrito.

Según Francisca Martínez, los vecinos solicitarán al Consorcio que cumpla el compromiso que hizo hace 5 años de desmantelar completmente el núcleo chabolista habitado por gitanos, y que constituye un importante foco de venta de drogas. "Pasado ese tiempo", dijo, "el realojo sólo se ha cumplido parcialmente".

Martínez explicó que los vecinos tenían la esperanza de que con la construcción de la M-40, cuyo trazado atraviesa el poblado, la Administración daría una solución rápida al problema, "pero no ha sido así, agravándose, ya que al anunciar que a algunas de esas familias les iban a adjudicar viviendas, vinieron otras que construeron ilegalmente nuevas chabolas", añadió.

MAS VIGILANCIA

Asimismo, los vecinos solicitarán al delegado del Gobierno que incremente la vigilancia en las cercanías del poblado, "porque la venta de drogas ha atraído a gran número de delincuentes que asaltan a los residentes del distrito", aseguró.

Denunció además que, desde hace unas semanas, algunos habitantes del poblado apedrean los autobuses de la Empresa Municipal de Transportes (EMT), lo que, en ocasiones, ha obligado a sus conductores a dsviarse de su recorrido original.

Estos incidentes fueron confirmados por un portavoz del comité de empresa de la EMT, quien aseguró que esas acciones se producen sobre todo en la línea 106 (Manuel Becerra-Vicálvaro), que pasa cerca del poblado.

Indicó que los vehículos son apedreados frecuentemente cuando regresan vacíos a las cocheras, "aunque también ha ocurrido con viajeros en su interior", afirmó.

El portavoz de los trabajadores añadió que, aunque hasta el momento estos actos no han proucido más que roturas en las lunas de los vehículos y heridas leves por cortes de los cristales, los trabajadores están estudiando medidas para evitar que esa situación se agrave.