INICIA UNA HUELGA DE HAMBRE PARA PROTESTAR POR LAS PICADURAS DE PULGAS QUE SUFREN SUS HIJOS
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Elodia Sánchez, que comparte el encierro en la casa consistorial, no secundará esta medida por problemas de salud, ya que padece diabetes.
Ambas mujerestomaron esta decisión al entender que existe una absoluta dejación por parte de la Administración a la hora de solucionar este problema, que afecta directamente a la higiene pública.
Hasta el momento son cuatro los pequeños afectados por las picaduras de las pulgas procedentes de los corrales ilegales, sin que los responsables sanitarios hayan hecho nada por solventar esta situación.
Las madres, junto a una tercera que ha tenido que operar a su hijo en la Clínica Universitaria de Pamplona por est motivo, han solicitado al delegado de Gobernación de la Junta en Granada, Juan Santaella, que obligue a los organismos competentes a poner en práctica las medidas necesarias para cerrar los corrales.
Según declaró a Servimedia Encarnación García, "las pulgas nos llevan comiendo más de un año y en casa no se puede estar, por lo que he tenido que echar a mi propio hijo de tres años a casa de un familiar para librarle de semejantes torturas".
"Yo misma he podido contabilizar en alguna ocasión", añaió, "más de 600 picotazos en la espalda de mi hijo, que está a punto de cumplir los cuatro años y pesa tan sólo 12 kilos".
Tanto Elodia como Encarnación aseguraron que mantendrán su postura hasta que haya soluciones.
Las dos mujeres manifestaron que el alcalde posee una autorización del juez de Santa Fe para obligar al propietario de los corrales, Antonio Martín Linares, a que desaloje a los animales y desinfecte las dependencias.
"Pero el alcalde no lo ha llevado a la práctica y consiente e que pervivan esos focos infecciosos provocados porque de allí no han sacado estiércol en mucho tiempo", dijeron.
(SERVIMEDIA)
12 Jun 1991
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