INGRESA EN PRISION UN POLICIA ACUSADO DE MATAR A SU MUJER Y A SU SUEGRA, EN GRANADA

GRANADA
SERVIMEDIA

El juez de instrucción número 5 de Granada, Jorge Ferrer, de guardia esta semana, dictó esta mañana prisión incondicional para el policia nacional Andrés Castro Osuna, como presunto autor de la muerte de su mujer y su suegra, ocurrida este pasado domingo en el domicilio familiar, en la localidad granadina de La Zubia, en el transcurso de una iña.

Las fallecidas por los balazos que el agente disparó con su arma reglamentaria son Maria del Carmen González Ruiz, de 42 años, y la madre de esta, Carmen Ruiz González, de 64 años, cuyos cuerpos, después de permanecer desde ayer en el Instituto Anatómico Forense, serán enterrados a las 7 de esta tarde en el cementerio municipal de la localidad.

El agente del Cuerpo Nacional de Policía permaneció hasta primera hora de esta mañana en el cuartel de la Guardia Civil de La Zubia, donde se entregóvoluntariamente en compañía del hijo que presenció la riña familiar.

Andrés Castro fue trasladado a primera hora del lunes hasta los juzgados, y después le internaron en en la prisión provincial.

Tras prestar declaración ante el juez, Andrés salió sensiblemente afectado, custodiado por dos guardias civiles, aunque sin esposas.

Familiares del acusado, entre ellos dos de sus hijos mayores, le abrazaron en la entrada del edificio de los juzgados, para dirigirse posteriormente, entre sollozos, ala prisión provincial.

Uno de los hijos del detenido y de una de las víctimas declinó hacer cualquier declaración sobre los detalles delsuceso.

Los hechos ocurrieron hacia las 11 de la mañana de ayer, domingo, cuando el matrimonio y la suegra discutían sobre la tardanza de una de las hijas en llegar a la casa, un chalé donde la familia vivía desde hace unos años sin que los vecinos denotaran nada extraño en su comportamiento.

Según los testimonios que uno de los hijos presente en el suceso fcilitó a la Guardia Civil, se trató de una "disputa familiar".

En un momento de la discusión, el policía utilizó su arma reglamentaria y la descargó sobre las víctimas. La motivación parece fundarse en la tensión o acritud de la propia discusión.

La extrañeza por lo sucedido era patente esta mañana entre los compañeros del taller de la policía nacional, donde Andrés Castro presta sus servicios.

Uno de los policias señaló a esta agencia que era "un compañero absolutamente normal"; un testimono que coincide con el de la mayoría de los vecinos que no veían nada extraño en esta familia.

De hecho, una hora antes de la doble muerte, el matrimonio estuvo paseando por el pueblo, compró la prensa y tomó café en un bar, con total normalidad.

(SERVIMEDIA)
17 Ago 1992
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