LA INGESTION DE CANTIDADES SUPERIORES A LAS PERMITIDAS DE MOLIBDENO 99 CONLLVA RIESGO DE CANCER
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La inhalación o ingestión de molibdeno 99 en cantidades superiores a las máximas establecidas por la ley conlleva riesgo de cáncer, según manifestó a Servimedia Agustín Alonso, catedrático de Tecnología Nuclear de la Universidad Politécnica de Madrid.
El molibdeno 99 y el tecnecio 99 son las sustancias radiactivas que manejaba el laboratorio que Medgenix España S.A. tiene en la localidad madrileña de Tres Cantos.
Las primeras informaciones en elación con la fuga radiactiva que ocurrió en esas instalaciones el pasado 26 de marzo señalaban que el incidente pudo surgir al estallar un recipiente con 50 curios de molibdeno.
El profesor Agustín Alonso explicó que la inhalación de esta cantidad "es motivo de preocupación, aunque ello no quiere decir que las posibles consecuencias aparezcan de forma inmediata".
El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) está investigando la posibilidad de que el isótopo radiactivo afectara al organismo de algunos e los trabajadores contaminados.
El catedrático de Tecnología Nuclear indicó que en el caso de contaminación externa "no hay motivo de preocupación, ya que el isótopo se desintegra enseguida".
"De hecho", agregó, "se utiliza en diagnósticos de medicina, porque su periodo de desintegración es muy corto. En medicina se inyectan pequeñas cantidades de tecnecio 99, que es un descendiente del molibdeno 99, para estos fines".
El molibdeno desaparece en 66 horas en caso de contaminación externa, mintras que el tecnecio lo hace en 6,6, razón por las que son utilizados en medicina.
El Reglamento de Protección Sanitaria contra las Radiaciones Ionizantes establece que un nivel de contaminación situado por debajo de las cantidades máximas permitidas no entraña ningún tipo de daño para el individuo, ni somático ni genético, según Agustín Alonso.
A su juicio, si el suceso ha quedado reducido a un caso de radiación en el interior de la instalación, "la situación no es muy grave; ahora bien, en el upuesto de que alguien hubiera ingerido grandes cantidades de molibdeno, los hechos se agravarían".
Finalmente, indicó que no existe razón alguna para que no haya instalaciones radiactivas en los cascos urbanos, siempre que cumplan con la normativa vigente.
(SERVIMEDIA)
02 Abr 1992
GJA