Bajo el título ‘Las iniciativas europeas en materia de Seguridad y Defensa: una gran oportunidad para la industria española’, el análisis, redactado por tres expertos en la materia, el líder de Asuntos Públicos para Europa de LLYC, Pablo García-Berdoy; la directora de asuntos europeos de LLYC, Paloma Baena, y el consultor independiente Carlos Martí , destaca cuatro grandes empresas en el ecosistema español: GDELS Santa Bárbara, Airbus, Indra y Navantia.

Estas serían las grandes tractoras seguidas de GMV, Escribano Mechanical and Engineering y Sener y acompañadas por una red de suministradoras de productos y servicios que componen un tejido industria fuerte, pero con mucha capacidad de crecimiento.

De hecho, el informe destaca que “la industria española tiene capacidad para desarrollar productos en muchas áreas, desde plataformas terrestres, navales o aéreas hasta sistemas de información y comunicaciones para el mando y control de las operaciones militares”.

No obstante, los expertos advierten de que “la industria no tiene capacidad suficiente para desarrollar sistemas que presenten elevados costes de diseño y desarrollo, de ahí la colaboración con empresas de otros Estados en ciertos suministros, por ejemplo, en el caso del Eurofighter, el A-400M o el Futuro Sistema Aéreo de Combate. Y marcan una necesidad: “Una cadena de suministro más larga y compleja que, frecuentemente, desborda las fronteras nacionales para ciertos subsistemas y componentes”.

Lo que también refleja el informe es que los resultados de la industria nacional son aún más llamativos si se tiene en cuenta “el escenario de gasto público tradicionalmente limitado en comparación con otras naciones aliadas”.

En este sentido, el análisis recoge que la proporción de PIB dedicada a defensa en España está por debajo del entorno, como en Francia, Portugal, Italia o Grecia. Esto, remarcan los expertos, podría cambiar ante un marco de mayor financiación comunitaria y por ese motivo recogen una serie de consejos para las empresas que quieran entrar en el sector.

“La financiación europea de proyectos de investigación y desarrollo supone una excelente oportunidad”, remarca el informe, que cifra en 457 millones de euros anuales la inversión en proyectos internacionales de Defensa, eso sí, “dependiendo esta cifra del valor exacto de la aportación nacional”.