La DEA (Drug Enforcement Administration), máxima autoridad estadounidense en la materia, es especialmente crítica con el Gobierno holandés y afirma que su política liberal ha podido convertir al país "en el área europea más importante para el tráfico y tránsito de drogas".

El informe al que ha tenido acceso el periódico británico muestra los últimos datos sobre las rutas que sigue el narcotráfico esde los cultivos de heroína y otras sustancias en Afganistán, Pakistán, Irán o Turquía hasta el mercado europeo.

Si en los años 80 la zona preferida por los traficantes eran los países balcánicos, el conflicto de la ex Yugoslavia y la caída del muro de Berlín ha provocado que las rutas se trasladen al Norte Europeo.

Holanda, el mayor productor mundial de éxtasis y Alemania, son ahora las fronteras más utilizadas por el negocio internacional para dar el salto entre los países del Este y la Unión uropea.

La DEA muestra también su inquietud porque el incremento de la producción de heroína en Asia provoque la proliferación de alijos del producto en los países del Este que limitan con la UE, a la espera del momento oportuno para pasar a la Comunidad.