Redes sociales

Un informe del Centro HUMA alerta sobre la normalización del discurso de odio en las redes sociales

- La organización pertenece a la Universidad Internacional de Valencia

Madrid
SERVIMEDIA

Un informe del Centro de Estudios en Humanidades, Cultura y Comunicación (HUMA) de la Universidad Internacional de Valencia (VIU) alertó de “la expansión de los discursos de odio en las redes sociales, la persecución de los colectivos más estigmatizados y la necesidad de regular los derechos digitales desde la Educación Primaria".

Estas son las principales conclusiones de la investigación ‘Discursos de odio: Internet a la realidad’, que recoge las principales tesis de analistas, sociólogos, juristas o académicos de “amplio prestigio nacional e internacional como Teun Van Dijk, José María Lassalle, Susana Gisbert, Miquel Missé o Elisabeth Duval”, según detalló la VIU.

En el estudio, el centro universitario aborda cuestiones “como el racismo normalizado del pueblo gitano, la discriminación y divulgación de los delitos de odio sobre el colectivo LGTBIQ+ o la inmediata propagación de sesgos ideológicos en las redes sociales”.

El director del HUMA, Arnau Vilaró, señaló que esta normalización de los discursos de odio ha ocurrido porque “los ciudadanos encuentran no sólo un espacio, sino el marco idóneo para expandirlos y reafirmarse en sus prejuicios”. Una situación que “crea las denominadas cámaras de eco”, esto es, que los usuarios se van segmentando y organizando en grupos que tienen las mismas ideas y mensajes.

Según los datos del Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia indicó que los discursos de odio en redes sociales aumentaron un 8%. Por ello, el dirigente reclamó la apertura del diseño de los algoritmos y cambiar las narrativas digitales con el objetivo de visibilizar a estos colectivos, además de convertirlos en fuentes de estudio y conocimiento.

José María Lasalle considera que esta proliferación de los discursos de odio ha sustituido la violencia física por la violencia psicológica, “ante la que el Estado no puede ejercer su monopolio legítimo de la violencia, debido a que se arguye que este tipo de comunicación se enmara dentro de la libertad de expresión y de opinión”.

Este tipo de conductas genera, en opinión de Vilaró, una “discriminación sutil”, que consiste en la tolerancia hacia actitudes o comentarios excluyentes basados en las inversiones retóricas o en conceptos presupuestos.

(SERVIMEDIA)
07 Mar 2024
GHL/gja