EL INFORME DE BALISTICA CONTRADICE LA VERSION DE LOS POLICIAS PROCESADOS EN EL "CASO CORROTO"
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Agustín Rodríguez Núñez y Francisco de Paula Ovando, dos peritos que realizaron el informe de balística sobre el atraco a la joyería de la calle Atocha en junio de 1984, en la que murieron dos de los tres atracadores, rechazaron a hipótesis de que a Pablo Pardo Ruiz le disparasen de frente y de pie, como sostienen los policías procesados por malversación y asesinato.
Según Jaime Ignacio Cabeza y el comisario Francisco Javier Fernández Alvarez, tras abatir en el portal a Feliciano Martín de Paredes, subieron por las escaleras y en el rellano de la entreplanta se encontraron al otro delincuente apuntándoles de pie y de frente con su revólver, motivo por el que dispararon.
Sin embargo, los peritos explicaron que según el orficio de entrada de las balas en el cuerpo y teniendo en cuenta la altura a la que se encontraban los casquillos encontrados en la pared, Pardo fue disparado de lado y cuando estaba "en cuclillas, de rodillas o cayendo".
Los testigos, pertenecientes al Cuerpo Nacional de Policía, subrayaron no obstante que se trata sólo de hipótesis y que sus apreciaciones carecen de "rigor científico" en tanto en cuanto sólo pueden responder de lo que vieron y recogieron.
Ambos explicaron que al día siguiente delos hechos inspeccionaron el lugar y curiosamente en la planta baja no encontraron ninguno de los cuatro proyectiles que mataron a Martín de Paredes, aunque sí recogieron perdigones de escopeta.
Según los expertos, no cabe más explicación que deducir que las balas fueron a incrustarse en lugares inverosímiles y de difícil localización, como el hueco del ascensor o algún rellano recóndito.
No obstante, en la entreplanta, donde cayó Pardo Ruiz, encontraron tres proyectiles en la pared y una "lesión en la madera que, "de tratarse de una bala, llegó carente de fuerza, frenada en su trayectoria".
Los orificios se encontraban a 1,5, 60 y 109 centímetros del suelo, por lo que descartaron la teoría de que la víctima se encontrara de pie "si los orificios se corresponden con los disparos que recibió".
Además, rechazaron la idea de que el atracador recibiera siquiera el primer disparo de frente, ya que los cuatro proyectiles penetraron por el lado derecho del cuello y por la cara izquierda del antbrazo, cintura y pecho.
Asimismo, los expertos recogieron muestras de sangre en el lugar de los hechos, que aunque no aportaron datos de interés, llamaron la atención de las acusaciones, ya que en el estudio se determinaba que el charco de sangre dejado por el cuerpo de Martín de Paredes se encontraba "al fondo del portal a la derecha" y no dentro del recinto del bajo, donde los procesados manifestaron haber derribado al delincuente.
El juicio continuará esta tarde con el testimonio de los experts y de Julio Nieto Alonso, que también participó en la investigación pericial sobre la muerte de José Luis Fernández Corroto -el atracador que consiguió huir-, ocurrida un mes más tarde en Móstoles.
Las acusaciones sostienen que los policías prepararon el atraco de acuerdo con Fernández Corroto, al que dejaron escapar para justificar la pérdida del botín y al que decidieron matar más tarde para evitar que los delatara.
(SERVIMEDIA)
30 Oct 1991
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