El doctor Matesanz, que participó este fin de semana en una reunión de los coordinadores provinciales de trasplantes de Andalucía celebrado en Benacazón (Sevilla), explicó que España registra la tasa más alta de donaciones de la Unión Europea. En lo que va de año se ha producido 25 donaciones por cada millón de habitantes.

La publicación de noticias negativas sobre trasplantes hace que la población perciba la donación cmo algo negativo. De igual forma que las noticias positivas predisponen de una forma más solidaria hacia la donación.

El déficit cultural de la población sigue siendo, a juicio del responsable de la ONT, la principal causa para justificar el índice de rechazo familiar a los trasplantes. "Uno de los colectivos más reticentes a la donación es el sanitario no relacionado con el trasplante", reconoce Matesanz.

La ONT considera más rentable generar noticias positivas en torno a las donaciones que invetir en publicidad. En este sentido, cree necesario evitar polémicas en torno a la muerte cerebral, el tráfico de órganos y la mezcla de conflictos sindicales o de dinero con el trasplante.

El coordinador de la ONT recuerda a los periodistas que el donante es un cadáver, nunca un enfermo y les pidió que eviten hablar en casos de muerte cerebral de coma profundo para evitar confusiones. "En todo caso añadir la palabra irreversible", precisó.

AHORRO Y SOLIDARIDAD

Los trasplantes además suponen un horro económico muy importante para el Estado. Sólo los trasplantados renales ahorran al Ministerio de Sanidad 40.000 millones de pesetas al año por evitar el proceso de diálisis que supone un coste anual medio de entre 3,5 y 4,5 millones de pesetas.

Según la ONT no se conoce ningún caso de una familia que haya donado algún órgano y se haya arrepentido posteriormente. Es más, el 30% de las familias que en su día se negaron a que extrajeran algún órgano de alguno de sus miembros se han declarado arrepetidos un año después por no haberlo permitido, según un estudio realizado por la Universidad de Málaga.