"Si no suceden hechos espectaculares", señaló Casono, "cosas muy sensacionalista, la realidad africana no llega a Occidente". La religiosa señaló que en Zaire, con 1,5 millones de habitantes, han entrado en los últimos meses más de un millón de refugiados ruandeses, "lo que da idea del sentimiento de solidaridad de un pueblo pobre como ese".

Casono y Montserrat Marimoin se encuentran visitando a sus compañeras de diversas provincias españolas para transmitirles la unión con la comunidad cristiana de Africa.

En la provincia almeriense han aprovechado para encontrarse con una porción del pueblo africano emigrado que está perdido por Europa; son personas que se han desenraizado de sus países de origen. Nos hemos encontrado con ciudadanos que han sido acogidos por otros para buscar su integración social, ciudadanos que les hacen sentirse hombres", explicó la superiora.

Casono ha encontrado a estos africanos tristes y preocupados por el trabajo. En Almería viven unos 7.000 inmigrantes, en su gran mayoría africanos, que realizan trabajos en tareas agrícolas.