Los precios de la energía fueron los responsables de este repunte de los precios en tasa interanual, tras avanzar un 14,3% respecto al mismo mes del año anterior. Por su parte, los precios de la alimentación aumentaron un 2%.

Si se excluyen los precios de la energía y la alimentación, la inflación se situó en el 2,2%.

España es uno de los países más inflacionistas de la OCDE con una tasa del 4%, sólo superado por Turquía (12,2%), Islandia (8,4%), Eslovaquia (5%) e Irlanda (4,2%). Por contra, Japón y Holanda son los países que más controlada tienen la inflación, con un 0,8% y 1,3%, respectivamente.

De este modo, el diferencial de precios de España respecto a los países de la OCDE quedó en julio en 0,9 puntos.

Mientras, el IPC de la zona euro se situó el pasado mes de julio en el 2,5%, agravando el diferencial con España, que es ya de 1,5 puntos.