De confirmarse este dato a mediados de agosto, la inflación habrá registrado en julio su nivel más bajo desde el pasado febrero, cuando también creció un 2,8%. La inflación subyacente (que no incluye alimentos frescos ni energía) empató con la general en el 2,8%, bajando en este caso dos décimas respecto junio y mayo y anotando su crecimiento más moderado desde enero de 2022.

El INE explica que la moderación del IPC en julio fue fruto sobre todo del descenso de los precios de la electricidad, mayor que el año pasado; de la bajada de los precios de alimentación, frente a la subida de julio de 2023; y también, aunque en menor medida, gracias a los precios de ocio y cultura, cuyos precios suben, pero menos que en el mismo mes del año anterior.

En la comparativa mensual, los precios de consumo registran en julio una tasa del –0,5% respecto al mes de junio, en contraste con el alza del 0,4% de junio. Es la primera tasa negativa en este parámetro desde el pasado noviembre.

Fuentes del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa destacaron que “en el buen comportamiento del IPC de julio han sido claves la bajada de los precios de la electricidad y también la de los alimentos”.

El departamento que dirige Carlos Cuerpo valora el desempeño de la inflación y el último resultado trimestral del PIB para concluir que estos datos, “junto con la excelente evolución del empleo que nos ha permitido alcanzar un récord de más de 21,6 millones de personas ocupadas”, “confirman la fortaleza de la economía española, con un crecimiento fuerte y equilibrado, superior al de nuestros principales socios”.