"La dedicación a la ciencia y la tecnología sigue siendo también la expresión de un compromiso con la sociedad y el país que la sostiene", dijo la Infanta. "El eco de la labor de este centro es un motivo de orgullo para quienes lo forjaron. Pero los éxitos pasados no gotan el ser de este instituto, que desde sus orígenes y en el presente consiste sobre todo en un proyecto de futuro", afirmó.

El nuevo centro cuenta con 20.000 metros cuadrados de superficie y dispone de 70 laboratorios, instalaciones de resonancia magnética, difracción de rayos X, cámara de cultivo de plantas, animalario, biblioteca y otras áreas de apoyo e instrumentación.

La Infanta estuvo acompañada por el secretario de Estado de Política Científica y Tecnológica, Pedro Morenés; el president del CSIC, Emilio Lora-Tamayo; el director del Centro de Investigaciones Biológicas, Guillermo Giménez Gallego, y el rector de la Universidad Complutense, Carlos Berzosa.

El CIB tenía su sede en la confluencia de las calles Velázquez y Joaquín Costa y fue inaugurada oficialmente en 1958 gracias al trabajo de Gregorio Marañón, a quien recordaron los presentes en el acto de inauguración del nuevo edificio.

El presidente del CSIC recordó la importancia que tiene el desarrollo científico. "Queremos e desarrollo de la ciencia y el conocimiento para todos los ciudadanos, porque el conocimiento es poder elegir y la capacidad de elección es la libertad", afirmó.

Por su parte, Pedro Morenés afirmó que el objetivo final es que la inversión humana y económica repercuta en un beneficio social, y resaltó el crecimiento de recursos e investigadores de España.