"La formación del cuidador es muy importante. Queremos que esta formación esté dentro de los planes del INEM. Pensamos que la normalización de esta profesión podría hacerse a través de la formación profesional y del catálogo de cualificaciones. Pero no habrá titulación específica, sino cualificación laboral", explicó a Servimedia la secretaria de Estado de Servicios Sociales, Familias y Discapacidad, Amparo Valcarce.

Valcarce aseguró que los cuidadores familiares no tienen por qué tener un vínculo de parentesco con la persona dependiente que cuidan, sino "alguien que cuida en el ámbito familiar y que cuenta con el beneplácito de la familia".

"Este cuidador cuenta con la confianza del dependiente y de la familia y la relación entre todos es más personal, hay más afecto y esta circunstancia es muy positiva para el dependiente", matizó Valcarce.

Pero serán los servicios sociales, una vez que esté aprobada la ley de dependencia, quienes darán el visto bueno a estos cuidadores que hayan elegido las familias para atender al dependiente. "Los servicios sociales inspeccionarán que su preparación sea la adecuada y que el domicilio reúna las condiciones indispensables, que sea adecuado", concretó la secretaria de Estado de Asuntos Sociales.

Valcarce indicó que con estas medidas se persigue profesionalizar a este colectivo, la mayoría, mujeres de más de 50 años que llevan mucho tiempo realizando un trabajo invisible y que tienen una difícil reinserción laboral.

"Con su profesionalización pueden entrar en la red de asistencia profesional, bien en centros de día o en residencias", dijo Valcarce.

También se asegura su futuro al hacerse cargo de su Seguridad Social el nuevo Sistema Nacional de Dependencia.