Eso supuso que el 10,75 por ciento del 1.200.300 contrataciones efectuadas entre enero y febrero de este año fueron el resultado de las gestiones efectuadas por los servicios de colocación del INEM.

El resto correspondieron a las colocaciones realizadas entre empresas y trabajadores por otras vías, y que sólo pasaron por el INEM a efectos de registro, tal como establece la ley.

El INEM pretende lograr este año entre 700.000 y 800.000 contratacions propias. Para ello, ha adoptado entre otras medidas, la ampliación de horarios de las oficinas, abriendo sus oficinas por la tarde a partir de marzo.

Además, el instituto intensificará las labores de búsqueda de trabajos a parados de larga duración y otros colectivos, ya que el INEM se encuentra con el problema adicional de que son los desempleados con menos cualificación y con más dificultades para su reciclaje los que más recurren a sus servicios.

El INEM se ha beneficiado, a la hora de logra más colocaciones, de la puesta en marcha de nuevas modalidades de contratación y de la mayor disposición de los parados a aceptar un trabajo, aunque las condiciones no sean las esperadas.

A este respecto, la última Encuesta de Población Activa (EPA) muestra un creciente disposición de los desempleados a aceptar trabajos de cualificación inferior a su nivel profesional o a cambiar de residencia.