Las últimas previsiones formuladas por el director general del INEM, Ramón Salabert, a principios de este mes, apuntaban a que el déficit del instiuto ascenderá este año a 300.000 millones de pesetas, unso 50.000 millones más que en 1992.

Sólo en el primer trimestre del año, el déficit se situaba ya en 66.200 millones de pesetas, a pesar de haber recibido una subvención del Estado de 166.300 millones.

Según el INEM, el déficit no se debe tanto al aumento del número de beneficiarios de las prestaciones por desempleo, sino a los aplazamientos en el pago de las cuotas por desempleo, lo que hace que la tesorería se resienta.

Los ingresos pr cuotas han registrado una caída del 10 por ciento en lo que va de año, como consecuencia de los aplazamientos, mientras que el número de nuevos beneficiarios de prestaciones por desempleo aumentó entre 50.000 y 70.000 personas.

LAS APORTACIONES DEL ESTADO

Además de hacerse cargo de los desequilibrios presupuestarios generados en el INEM, el Estado contribuye a su sostenimiento con transferencias que en entre 1990 y 1992 totalizaron 1,83 billones de pesetas.

La "inyección" de fondos más elevad fue la otorgada el año pasado, por 817.900 millones de pesetas, a pesar del recorte de las prestaciones de desempleo establecido en el conocido popularmente como "decretazo".

El INEM mantiene su intención de traspasar la gestión del pago de las prestaciones por desempleo a partir del próximo año a la Seguridad Social, para concentrarse en las tareas de formación profesional y búsqueda de empleo.