"Pensábamos", explicó, "que alcanzaría su óptima forma física sobre los 29 años y que después se estabilizaría los dos o tres años siguientes; pero está demostrando quetodavía no ha tocado techo, aún no está en su mejor momento. Lo que más llama la atención son sus detalles de agresividad, fortaleza y gran capacidad de recuperación".

En relación a algunos comentarios que surgieron como consecuencia de su rendimiento en el último Giro, el doctor Calabuig indicó que el ciclista navarro, pese a tener problemas, quedó tercero, mientras que en la actual edición del Tour grandes figuras se han visto obligadas a abandonar la carrera.

Para el coordinador médico del equpo Banesto, "en este Tour no existe más virus que la inteligencia y el ritmo de Miguel con su equipo. Resulta psicológicamente muy duro que algún corredor piense ganar el Tour y a los pocos días se quede sin posibilidades y tenga que abandonar".

Asimismo, manifestó que "cuando la gente dice que este cicilista no se cansa, habría que recordar la cara de sufrimiento de Miguel en el final de etapa en Hautacam".

"Al ser su respiración especialmente exhausta", agregó, "necesitaba tener la boca tan abirta que el gesto de su cara quedará imborrable para los aficionados. Allí se le vio más agresivo y valiente que nunca".

Según José Calabuig, Induraín actúa en carrera como un ordenador, en el que tiene acumuladas todas sus experiencias que le sirven, en un momento determinado, para adoptar la decisión más adecuada.