El ministro de Educación, Alfredo Pérez Rubalcaba, el secretario de Estado para el Deporte, Javier Gómez Navarro, el presidente de la Federación ESpañola de Ciclismo, Juan Serra, y los padres y la esposa de Miguel Indurain asistieron a la ceremonia final de la entrega de la "maglia rosa" en la milanesa Piazza de Castelo.

En la línea de meta seencontraban cientos de aficionados españoles, muchos de los cuales pertenecen a la localidad natal de Miguel Indurain, Villava, junto con bomberos de Tarragona, aficionados navarros de Luquin, Bérriz y otras localidades que llegaron incluso a forcejear con la policía italiana para salvar las vallas de seguridad que protegen a los ciclistas. Por fin, consiguieron ponerle el "pañuelico" navarro entre gritos de "Miguel es cojonudo" y "campeones".

En Villaba no se había previsto ninguna celebración especil para festejar el triunfo de Indurain, aunque previsiblemente se hará a lo grande una vez que finalice el Tour de Francia. Al parecer, fue el propio Miguel Indurain quién telefoneó desde Italia al alcalde de Villava, Antonio Sabalza, para que se pospusiera hasta julio la celebración del triunfo.