La población activa con alguna minusvalía se sitúa en unas 900.000 personas en el país vecino. El Ejecutivo galo considera esta situación preocupante, a pesar de que 100.000 trabajadores con discapacidad accedieron al empleo durante el pasado año y que en la última década el número de personas que obtuvieron el certificado de minusvalía se duplicó en el país vecino.

Para hacer frente a esta situación, el Estado y el fondo para la inserción profesional de las personas con discapacidad (Agefiph, según sus siglas en francés) han firmado un convenio de tres años de duración.

Dicho acuerdo tiene por objetivo mejorar la formación de la personas con discapacidad, promopver su acceso al empleo y ayudarles a conservar su puesto de trabajo.

Asimismo, el convenio pretende fomentar la participación empresarial en los nuevos pactos territoriales para el empleo, que tienen por objetivo reducir el desempleo entre este colectivo en un 20%.

Durante el año 2004, la Agefiph realizó un total de 83.400 intervenciones para la inserción laboral o el mantenimiento del empleo de trabajadores con discapacidad, 121.900 acciones formativas y 26.910 adaptaciones del puesto de trabajo.

Todo ello fue posible gracias a las aportaciones realizadas por las empresas públicas y privadas de más de 20 trabajadores que no cumplieron su obligación de tener un 6% de trabajadores con discapacidad en su plantilla que fija la Ley para la Igualdad de Derechos y Oportunidades de las Personas con Discapacidad, aprobada el pasado 11 de febrero en Francia.