Respecto a a superficie arbolada afectada, el número de hectáreas asciende a 12.889, unas 2.000 menos que el año pasado, en que ardieron 14.843. Las mismas fuentes indicaron que en 1989 resultaron dañadas 18.679 hectáreas arboladas.

León y Zamora han sido las provincias más afectadas, tanto por el número de incendios que han soportado como por la superficie arbolada que ha sido pasto de las llamas.

A estas provincias les siguen Burgos, Avila y Valladolid, mientras que en el resto de la comunidad autónoma lo incendios forestales apenas han tenido trascendencia.

La Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio considera, no obstante, que las campañas de concienciación difundidas entre la población han dado buenos resultados, ya que ha descendido el número de siniestros y el de superficie arbolada afectada.

Para respaldar esta tesis, el Gobierno regional argumenta que mientras en 1989 el porcentaje de incendios intencionados era del 75 por ciento y en 1990 del 60, en 1991 no superaba el 32 or ciento.

Para combatir este tipo de desastre ecológico, la comunidad de Castilla y León cuenta con 14 aviones ligeros, 2 aviones anfibios, 14 helicópteros, 195 puestos de vigilancia, 631 equipos móviles, 1.177 portófonos, 43 repetidores, 158 cuadrillas de retén y 90 vehículos dotados con autobomba.