El investigador recuerda que durante los últimos diez años, alrededor de dos millones y medio de hectáreas de monte ardieron en España, lo que representa un cinco por ciento de la totalidad del territorio nacional.

En un artículo publicado en el último número de la revista "Quercus", Rodríguez mantiene que las emisiones de dióxido de carbono generadas por esos siniestros pueden representar unos 18 millones de toneladas, "lo que equivaleal 31 por ciento de las emisiones procedentes del uso de combustibles fósiles".

Asimismo, asegura que un 0,76 por ciento de las emisiones mundiales de metano procedentes de la deforestación tienen su origen en España, y señala que hasta el 5 de septiembre de 1991 los incendios forestales provocaron el envío a la atmósfera de más de 260.000 toneladas de este gas.

El autor del artículo considera que todos esos datos demuestran que la quema de bosques influye en el proceso de calentamiento global qu sufre el planeta.

A escala mundial, Juan Carlos Rodríguez mantiene que en 1989 ese tipo de desastres originó el vertido a la atmósfera de entre 2.000 y 2.800 millones de toneladas de carbono, lo que representa entre el 26 y el 33 por ciento de las emisiones humanas totales.

Además, liberan una proporción importante de otros contaminantes, como monóxido de carbono (un 22 por ciento de las emisiones totales debidas al hombre), ozono (26 por ciento), óxidos de nitrógeno (14), hidrocarburos distinto al metano (7) y óxido nitroso (4).

"Todos estos gases", concluye, "tienen un efecto directo o indirecto en el aumento del efecto invernadero y pueden representar, en su conjunto, al menos un 20 por ciento de la contribución al calentamiento terrestre".