En la comunidad gallega han ardido 20.900 hectáreas y en Castilla y León 13.800. A continuación se sitúan Asturias, con 10.000 hectáreas, Andalucía con4.500 y Aragón con 4.000.

Por el contrario, en Cataluña la superficie quemada no supera las 600 hectáreas y en la Comunidad de Valencia se sitúa en 1.200 hectáreas. Ambas regiones resultaron especialmente castigadas el año pasado por las llamas.

En total, el fuego ha afectado a 60.890 hectáreas en todo el Estado, a excepción de Castilla-La Mancha y Canarias, que no han facilitado los datos al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

De la superficie que ha ardido como consecuencia delos 5.500 conatos y 4.300 incendios declarados durante los seis primeros meses del año, el 28 por ciento corresponde a superficie arbolada.

En el primer semestre del año pasado ardieron 50.000 hectáreas, 10.000 menos que en 1995, a pesar del importante número de incendios que se declararon en Cataluña y la Comunidad de Valencia.

Sin embargo, en Galicia se quemaron 3.300 hectáreas en ese periodo de tiempo, y en Castilla y León no llegaron a 7.000, la mitad que este año.