El poblado marginal del Cerro de las Liebres, situado en l distrito de Fuencarral, está considerado como uno de los puntos negros de tráfico de drogas de la capital, po lo que los agentes de la comisaría de Fuencarral mantienen una vigilancia prácticamente constante en la zona.

Esto permitió detectar en los últimos días una serie de movimientos inusuales por parte de algunos moradores del poblado, quienes, sobre todo en las horas nocturnas, salían de sus viviendas, se dirigían a un descampado cercano y regresaban a los pocos minutos, al parecer, para realizr sus necesidades fisiológicas.

Sin embargo, hace dos días los agentes vieron sobre las 21,30 horas a dos hombres que se encaminaban hacia el descampado, mientras una mujer vigilaba en lo alto de un terraplén.

Los sospechosos llegaron a una hondonada y mientras uno de éstos se quedaba en una actitud vigilante, el otro, identificado como Isidoro F.F., retiraba unos cascotes y escarbaba en el suelo, momento en el que se produjo la intervención policial.

En el agujero de la tierra había una bola que contenía otras diez, cada una de ellas repleta de un polvo marrón que, después de analizarla, se descubrió que se trataba de heroína turca de gran pureza.

Los dos detenidos, que carecían de antecedentes policiales, negaron el delito que se les imputa y afirmaron que habían acudido al lugar a realizar sus necesidades.

Sin embargo, según se deduce de las diligencias, se trata de presuntos narcotraficantes que suministraban a otros "camellos" cantidades no inferiores a los 100 gramos de droga.Estos últimos son los que elaboran las papelinas que luego venden a los drogodependientes.