El parque cuenta con atracciones que pueden utilizar niños que se desplacen en sillas de ruedas o utilicen aparatos ortopédicos y muletas, que habitualmente encuentran dificultades en las zonas recreativas infantiles tradicionales, y su suelo es de espuma blanda para evitar lesiones si los niños se caen.

El diseño del parque ha corrido a cargo de Shane's Inspiration, una empresa especializada en el desarrollo de juegos accesibles para niños con discapacidad, y en él también han colaborado responsables del centro hospitalario y las autoridades de la ciudad de Los Ángeles.

La iniciativa ha sido financiada con 609.000 euros por Everychild Foundation, una organización filantrópica formada exclusivamente por mujeres que apoya proyectos para la ayuda a la infancia.

El parque no sólo será una instalación recreativa y terapéutica para los niños que son tratados en el Hospital Ortopédico de Los Ángeles, que atiende cada año a 50.000 niños con dolencias músculo esqueléticas discapacitantes.

También podrá utilizarlo cualquier niño de edades comprendidas entre los 2 y los 12 años, por lo que los promotores de la iniciativa calculan que en torno a 120.000 niños lo utilizarán cada año, y que la instalación contribuirá a mejorar la convivencia entre niños con y sin discapacidad.