Un portavoz de esta organización aseguró a Servimedia no sentirse sorprendido por esta nueva medida del Ejecutivo de Aznar e indicó que su finalidad no es, como pudiera pensarse, desaconsejar el consumo de estos productos, sino que únicamente persiguen el objetivo de recaudar más dinero.

Agregó que si la subida de esos impuestos tuviese por objeto mitigar el consumo de alcohol y tabaco entre la población, se podría entender de un modo "filosófico" la viabilidad de esta decisión, aunque precisó que no ocurre así cuando aumentan los impuestos, por ejemplo, de la gasolina.

"La gasolina no es algo secundario, como le ocurre al alcohol y al tabaco, sino que se trata de un bien mucho más esencial, puesto que se la necesita para desplazarse en coche", dijo.

No obstante, la OCU considera que el hecho de que el preci del alcohol y el tabaco se incremente no va a redundar en una disminución de su consumo, sino que se traducirá en un aumento de la presión económica para quienes fuman cigarrillos y beben alcohol.