Minutos antes de asistir a la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) que debatirá la nueva tasa, los seis consejeros socialistas mostraron así su decisión, que será oponersea la tasa.

La consejera de economía andaluza, Magdalena Alvarez, afirmó que "no vamos a tener un céntimo más para la sanidad a raíz de la aplicación de este impuesto", al que calificó como "un forma de aliviar las tensiones de financiación del Gobierno central".

Además, para Alvarez, "no es el momento desde el punto de vista económico de aplicar un impuesto de este tipo y, si el Gobierno central necesita más financiación, estamos seguros que encontrará otras decisiones que encajarían más con las ecesidades de la situación económica".

Por su parte, el máximo responsable de Economía de la Junta de Extremadura, Manuel Amigo, indicó que es una "falacia" que este impuesto sirva para financiar la sanidad y dijo que "es para financiar al Gobierno del señor Aznar, que tiene problemas, seguro, aunque nos haya engañado durante años diciendo que esto iba bien".

El consejero andaluz añadió que "venimos a una pantomima después de ocho días de disciplina inglesa de las comunidades del PP", en referenca a las presiones de Hacienda para que las autonomías gobernadas por el PP apoyen la tasa.