Tras señalar que ése "es el mejor destino a cualquier incremento de la presion fiscal", explicó que la subida del precio de la gasolina es "objeto de discusión en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, pero no es voluntario porque es un impuesto estatal que se aplica a todas las comunidades autónomas".

"Lo que podrá ser voluntario es si sobre el impuesto estatal, de la cantidad que se fije por el Gobierno se establece un recargo por parte de la CAA para financiar partidas de sanidad de las propias CCAA", añadió.

"Lo que es el grueso del impuesto, más del 95% del importe total de la recaudación del mismo, es una decisión del Estado, que anuncia que lo dedicará a financiar el gasto sanitario", puntualizó.

Gallardón también dejó claro que "el desacuerdo de algunas CCAA con este impuesto no significará que en su territorio no se aplique".

"Mi pronóstico es que si, sobre la cantidad que corresponde recaudar al Estado, algunas CCAA estabecen una cantidad adicional del orden de 1,6 pesetas tampoco repercutirá en un diferencial de precios entre distintos suministradores y en distintas CCAA, porque existen márgenes suficientes por parte de los operadores de distribución como para que ese diferencial no repercuta directamente en el precio final para el propio ciudadano", concluyó.