"Nuestra posición siempre ha ido contraria a aumentar todavía más la fiscalidad de los productos petrolíferos. Creemos que están suficientemente gravados, con un nivel próximo al 60 por ciento. La industria, tanto en España como en Europa, creemos que se utilizan demasiado los combustibles como una fuente de imposición indirecta", señaló.

Mazarrasa subrayó que este nuevo impuesto "va a repercutirse directamente a los consumidores, pero íntegramente. Es inviable que las compañías petrolíferas, ni en su actividad mayorista ni en suactividad minorista, asuman este nuevo impuesto".

En cuanto a la finalidad del recargo, financiar la sanidad, la AOP la calificó de "sorprendente". "Incluso hay otros impuestos especiales, sobre el tabaco y el alcohol, que parecería incluso más lógico hablando de un tema de sanidad", apuntó su secretario general.