Esta iniciativa del Ministerio para las Administraciones Públicas, que cuenta con la colaboracón de la Universidad Autónoma de Madrid y del Instituto de la Mujer, del Ministerio de Asuntos Sociales, modificará, a partir de esa fecha, los impresos administrativos especialmente en lo que respecta a la inclusión de los nuevos términos no sexistas.

Así, por ejemplo, el capítulo sobre "Uso no sexista del lenguaje" recomienda feminizar algunas profesiones como gerenta, conserja, jueza, presidenta y concejala.

También recomienda utilizar los dobletes del tipo o/a como solución para elaborar los extos administrativos de acuerdo con las nuevas normas.

Según explicó Javier Valero en el acto de presentación del manual, la iniciativa trata de resolver los numerosos problemas denunciados por los ciudadanos en sus gestiones burocráticas con la Administración.

"El manual pretende superar", precisó, "las barreras que dividen a los ciudadanos de las administraciones públicas; hacerles comprensible el lenguaje administrativo, y, asimismo, proporcionar a los funcionarios y funcionarias una herramieta que facilite su trabajo".

"LA MUJER NO EXISTE"

El responsable de la publicación, que calificó el lenguaje administrativo de "especializado y trufado de juridicismos", dijo también que "la mujer no existe para la Administración" a excepción del concepto de cónyuge.

Por su parte, Carmen Martínez Ten afirmó que "el lenguaje no es inocente, ni neutral y que condiciona nuestro pensamiento" y aseguró que aunque mucho de estos términos apuntados puedan parecer extraños, el uso y la costumbre irán aecuándolos.

La vía de la motivación y el establecimiento de medidas incentivadoras son los medios establecidos por los responsables del manual para animar a los funcionarios a que lo usen.

La directora del Instituto de la Mujer explicó que la iniciativa se ajusta al Plan para la Igualdad de Oportunidades de las Mujeres, de 1988-90, aprobado por el Gobierno.

La propuesta que el Ejecutivo socialista formula ahora con la presentación de este manual sobre el uso no sexista del lenguaje en la Admnistración, coincide con una iniciativa similar que Cristina Almeida, diputada de Izquierda Unida (IU), presentó el año pasado en el Parlamento y que el grupo socialista optó por rechazar.