Después de acariciar la idea de que lograrían una victoria holgada y una cifra de escaños cercana a la mayoría absoluta, en los primeros compases del escrutinio, la euforia socialista se fue desinflando al mismo ritmo que su distancia del PP.

Finalmente, la victoria fue estrecha, por 169 escaños frente a los 154 de PP, que logró mejorar en votos, pasando del 37,71 por ciento de 2004 al 40,13 por ciento de hoy y sumó 6 puestos más en el Congreso de los Diputados a los 145 que tenía en la pasada legislatura.

Lo que evidencian los resultados de los comicios de hoy es el avance de las fuerzas de ámbito nacional. Sólo el PSOE y el PP suman 322, de los 350 diputados que se elegían y llegan a los 325 si se les suman los 3 escaños de IU.

En consecuencia, los partidos nacionalistas o soberanistas de naturaleza territorial han cedido un tercio de su respresentación en estas elecciones y han pasado de los 33 que sumaban entre todos en la pasada legislatura a los 24 escaños que tienen juntos tras las elecciones generales. De hecho, afrontan esta legislatura con la menor representación de los últimos 20 años.

SANGRÍA DE ERC

Resulta significativo comprobar como, en Cataluña, el PSC ha sumado más de 6 puntos de apoyo a sus candidaturas, mientras que Esquerra ha perdido casi 8 puntos de respaldo. Dado que CiU y el PP han mantenido un electorado estable, todo parece indicar que la sangría de la formación independentista se ha producido en favor del PSC.

Los socialistas catalanes han arrasado literalmente en estas elecciones generales, puesto que con 25 escaños suman más respresentación que todo el resto de partidos juntos, que sólo alcanzan 22.

Además, hay que mencionar el descalabro de Eusko Alkartasuna y de Chunta Aragonesista que han perdido el escaño que tenían cada uno y señalar la entrada en el Parlamento de Rosa Díez, por UPyD, que aboga por relegar a un segundo plano a las fuerzas nacionalistas en favor de "lo que nos une".

El PP ha logrado conservar feudos tradicionales con un voto fiel, de manera ha cosechado victorias suficientes en Castilla y León, Madrid, Murcia y Valencia. Además, ha conseguido ganar en Castilla-La Mancha, Galicia y Cantabria, comunidades autónomas que están gobernadas por el PSOE o con su apoyo.

Por su parte, los socialistas han vencido en Andalucía, Cataluña, Aragón, País Vasco y Canarias, pero sólo han conseguido el empate en Extremadura, que lleva décadas gobernada por el PSOE. También ha empatado con el PP en La Rioja, en Navarra y en Baleares, todas ellas gobernadas por los populares.