Imaz insistió en que "no podemos estar cambiando" las leyes que afectan a la organización del sistema educativo "cada cuatro años" porque "nos jugamos los valores" que se transmiten a las nuevas generaciones y se compromete el "desarrollo económico" futuro.

El dirigente nacionalistas apostó por un pacto de mínimos que permita establecer las reglas "básicas" que deben regir el modelo educativo, con vocación de que perduren, al menos, dunrante una generación.

Insistió en que en el PNV "somos muy críticos con la falta de consenso", pero señaló que tampoco "compartimos muchos de los aspectos que defienden los convocantes de la manifestación" del pasado 12 de noviembre.

Lo que el PNV reprocha a los que se oponen a la Ley Orgánica de Educación es su concepto "centralista" del sistema educativo y su falta de respeto y reconocimiento a las competencias autonómicas en esa materia.