"LA IGUALDAD NO ES HACER LAS MISMAS TONTERIAS", DICE ALMEIDA EN UN DEBATE SOBRE LA MUJER EN EL 93
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
"La igualdad no es hacer las mismas tonterías", afirmó ayer la diputada y miebro de la presidencia colegiada de Izquierda Unida (IU), Cristina Almeida, en la mesa redonda convocada en el Casino de Madrid, sobre "El desafío de la mujer en el 93", en el que será realidad la libre circulación de personas, productos y capitales en la Europa comunitaria.
Almeida manifestó que nos han educado, "a ellos, inútiles" y a las mujeres, dependientes económicamente para que sean sus ayas. La parlamentaria animó a los asistentes al acto, que registró un lleno absoluto, a que "el 93 sea un cabio de cabeza". "Que sea el año que haya menos hombres inútiles", dijo en otro momento de su intervención.
Cristina Almeida explicó también que para conseguir la "igualdad real", había que trabajar por que "no sea la sociedad como es. Debemos tener el protagonismo que no hemos tenido, para cambiar la sociedad".
En el debate participaron, además de Almeida, la abogada Cristina Alberdi, la diputada Celia Villalobos, portavoz de Política Social del Partido Popular en el Congreso, la empresaria PetraMateos y las periodistas y escritoras Pilar Cernuda, Carmen Rico-Godoy y Pilar Urbano, que también actuó de moderadora.
Petra Mateos realizó una apología de las cualidades de liderazgo que, según ella, poseen las féminas. "Si algo creo que tenemos desarrollado las mujeres, es nuestra capacidad de liderazgo", afirmó.
También subrayó la mujer de negocios que si había una receta para culminar una carrera profesional era:
"Objetivos+Determinación+Concentración", aunque advirtió que no daría resutado si una "no está dispuesta a darle prioridad a su desarrollo profesional".
Mateos citó dos "peticiones para el 93": reforzar la seguridad personal en sí mismas, para avanzar en la promoción profesional, y despertar la solidaridad de las mujeres.
A continuación, intervino Carmen Rico-Godoy, quien manifestó rotundamente: "Me niego a que una mujer que quiera llevar adelante su profesión, tenga que convertirse en un hombre". La escritora condenó que tanto hombres como mujeres tengan que "dedicar odo su tiempo al trabajo"."También está muy bien tener un tiempo para el espíritu", señaló más adelante.
El debate que se desarrolló a continuación, donde fueron abordadas cuestiones como el sacerdocio femenino o si una mujer se realizaba o no si no tenía hijos, tuvo que concluir, al agotarse el tiempo disponible, cuando salía a relucir el polémico asunto de las empleadas de hogar.
(SERVIMEDIA)
14 Nov 1991
A