Según los vídeos que varios aficionados grabaron y subieron a redes sociales, Rafhinha y Lamine Yamal fueron increpados con gritos como “puto negro”, “puto moro” y “a vender pañuelos al semáforo”. Por su parte, Laliga ha denunciado “los insultos y gestos racistas hacia Lamine Yamal y Raphinha ante la Sección de Odio de la Brigada de Información de la policía”, en un escrito donde también incliyó a Ansu Fati como afectado.

En la Comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados, Carrillo criticó hoy que “los racistas no permiten que estos gigantes de la pelota sean personas negras o musulmanas”. “¿Qué tienen en la cabeza (para llamar) a un futbolista ‘puto negro o moro’ o mandarle a vender pañuelos’?”, se preguntó.

“Ante este tipo de violencia verbal, no cabe más salida que ser intransigentes”, declaró. A su juicio, estas manifestaciones “no son una cuestión de unos digamos degenerados que andan por ahí”, sino “un fenómeno estructural”.

Indicó que son reflejo de una realidad que “sucede en la escuela, en el acceso a la vivienda” y en muchos otros ámbitos que “no tienen el mismo altavoz que el deporte de élite”, pero que “tienen un impacto enorme en la vida de las personas de colectivos minoritarios”, advirtió.

En un comunicado, el Consejo Superior de Deportes aseguró los incidentes del sábado hechos serán analizados por la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte, que se reunirá este lunes.