Agregó que en aquella época "adoptamos las medidas necesarias para tratar de paliar la llegada masiva de inmigrantes, algo que es difícil y complicado".

"Nosotros siempre actuamos con total transparencia y lo que no hicimos es hacer ocultaciones y tergiversación de los datos", dijo González, quien criticó que, a veces, "lo que dice el delegado del Gobierno en Madrid no coincide con lo que dice Interior, ni con lo que afirma el delegado del Gobierno en Canarias".

Reconociendo la dificultad para afrontar este problema, "que nosotros también lo padecimos", agregó que "lo que nunca hicimos fue tergiversar las cifras". "Entonces no se producía la llegada masiva de cayucos, porque no existían. Entonces hablábamos de pateras y nunca nos vimos con llegadas de 800 personas diarias a Canarias".

Añadió que en la etapa de Aznar al frente del Gobierno, los traslados de inmigrantes de Canarias a la península "no se producían de manera tan intensiva como ahora, por el desbordamiento existente".

REDISTRIBUCIÓN

Por otro lado, pidió al Ejecutivo central, como vicepresidente del Gobierno que preside Esperanza Aguirre, que adopte "medidas de redistribución territorial" de los inmigrantes que son trasladados a la península, ya que una gran parte llegan a Madrid.

Señaló que si los inmigrantes llegados a Canarias no se reparten entre todas las regiones, se producirá "una excesiva concentración en Madrid que desborda de alguna manera los recursos asistenciales normales que tenemos para atender a esta población"·.

Tras indicar que "no he querido nunca entrar en polémicas en esta materia para no mezclar mis responsabilidades actuales con las que tuve en su momento", añadió que "es necesario que el Gobierno de Zapatero ponga los recursos que tiene comprometidos, y que anunció a bombo o platillo el ministro Caldera, ya que cinco meses después no han llegado".

A su juicio, "este problema de desbordamiento tiene mucho que ver con las políticas que se han seguido de procesos de regularización masivos, con los que nunca hemos estado de acuerdoporque contravienen la política comunitaria y producen un efecto llamada que es evidente, no sólo a través de los cayucos, sino también de las fronteras terrestre y aeroportuarias".