En el escrito, al qe ha tenido acceso Servimedia, el fiscal Ignacio Gordillo considera probado que Jesús María Urichevarría Bolinaga, Javier Ugarte Villar, José Luis Erostegui Bidaguren y José Miguel Gaztelu Ochandorena son "miembros de la organización terrorista ETA" y fueron los encargados de realizar el secuestro.

Para ello, en 1987 alquilaron una nave en Mondragón (Guipúzcoa) y constituyeron la sociedad "Jalgi", formalmente con el objetivo de fabricar piezas de repuesto. Luego, siguiendo instrucciones cursadas desdeFrancia, en el verano de 1988 excavaron en la nave un agujero de cinco metros cuadrados para esconder armas y explosivos destinados a los comandos de ETA que actuaban en esa provincia.

Más tarde, recibieron órdenes directas del etarra Julián Achurra Egurola, alias "Pototo", quien les ordenó insonorizar el agujero y prepararlo para ocultar personas secuestradas por la banda terrorista.

Dos de los procesados controlaron entonces los movimientos del empresario Angel Iglesias, pero apreciaron dificuladas en el posible secuestro de éste, por lo que eligieron a su sobrino Julio Iglesias Zamora, director de un departamento de la empresa Ikusi.

DOS BIDONES EN EL "ZULO"

Siguieron al empresario y le atraparon cuando este llegaba a su domicilio, el día 5 de julio de 1993 y le trasladaron al "zulo" previamente acondicionado. Para ello, drogaron a Iglesias Zamora, a quien desnudaron, vistieron con un chándal y abandonaron en el agujero.

Según el relato del fiscal, cuando el empresario despertó ocupba un habitáculo de 1,80 metros de altura, por 1,80 de largo y 1,50 de ancho. El espacio estaba ocupado por "un mesa plegable, una silla de camping, un colchón de gomaespuma y dos bidones para sus necesidades fisiológicas".

El secuestro duró 116 días, según el fiscal, hasta que "recibida por la organización la cantidad convenida para la liberación" decidieron soltar a su víctima.

Al desconocerse el importe del rescate supuestamente abonado por la familia del empresario, el fiscal no fija la cuanta de la indemnización que reclama, aunque sí una multa de 5 millones de pesetas por los días que estuvo privado de libertad.

Además de estos 15 años de prisión a los que se enfrentan los cuatro secuestradores de Iglesias Zamora, contra ellos se sigue un sumario aparte con la acusación de pertenencia a banda armada, por lo que se les puede imponer penas de cárcel de hasta 12 años.

De hecho, estos cuatro etarras son los mismos que, en fechas posteriores, retuvieron en el mismo zulo de Mondragón al uncionario de prisiones José Antonio Ortega Lara. Por este secuestro, se enfrentan a penas de prisión de 32 años para cada uno.