Rodríguez señaló que esta ley representa uno de esos casos en los que algo jurídicamente correcto es moralmente válido, y consideró ijusto que se equipare en un mismo plano legal a los matrimonios, civiles o religiosos, y a las parejas de hecho. Añadió que ése es el criterio no sólo la Iglesia católica, sino también de otras confesiones religiosas.

Denunció que "el ámbito familiar tiene otros muchos problemas y yo no sé si nuestros parlamentarios han pensado eso" y recordó que "no hay, o hay muy poca ayuda a la familia, desde el punto de vista económico. No hay una verdadera política familiar en nuestro Estado español".

El obipo expresó su absoluto desacuerdo con la posibilidad de que las parejas homosexuales puedan adoptar hijos e insistió en que "me parece que los niños tienen derecho a tener padre y madre, y eso es fundamental para su integridad en la sociedad"

En cuanto a la actitud de diputados de formaciones políticas afines al pensamiento cristiano que se abstuvieron o votaron a favor de la proposición, comentó: "esto significa que no hay ninún partido confesional y los partidos que dicen estar tradicionalmente más erca de la iglesia se ve que hacen cosas que no necesariamente es la opinión y el sentimiento de la Iglesia católica".