Este Libro Blanco, del que son coautores el bufete Sagardoy Abogados y la consultora de recursos humanos Creade, sostiene que ese fondo, complementario del actual Fogasa (que se limita a pagar indemnizaciones o salarios atrasados), tendría por finalidad ayudar al reciclaje y la recolocación de los trabajadores afectados por los ERE.

En la rueda de presentación del Libro Blanco, el profesor del IESE Ramón Pin dijo que "lo óptimo y deseable sería que los ERE fuesen una parte del plan social, y no al revés, como se hace en la actualidad".

"La cuestión fundamental", apostilló Pin, "es la previsión ante los cambios en los ciclos de los mercados, que afectan a la demanda", ya que, según los autores del estudio, "los procesos de deslocalización por ERE son una realidad imparable".

Por su parte, el presidente de Creade, Josep Pau Hortal, afirmó que, actualmente, "en nuestro país somos bastante maduros en la aceptación de los procesos de regulación de empleo, y logramos que haya conflicto sin conflictos, algo impensable hace unos años".

Las medidas más utilizadas por las empresas en los procesos de reestructuración, según enumeró Eduardo Gómez de Enterría, de Sagardoy Abogados, son las prejubilaciones, la recolocación a tiempo completo y la movilidad tanto geográfica como funcional.

Gómez de Enterría añadió que "es necesario aplicar grandes dosis de imaginación, tanto por parte de los abogados como de los sindicatos y de la dirección de las empresas, para lograr mejores soluciones que mitiguen el trauma que suponen los ERE".