"Nos parece positivo que se planteee dentro de la reforma fiscal el objetivo de reducir la presión fiscal y que, además, se incorpore al colectivo de empresas, porque es ahí donde es prioritario bajar impuestos para incentivar la inversión en un momento en el que el ciclo debe apuntalarse", declaró a Servimedia Gregorio Izquierdo, jefe de Estudios del IEE.

Para Izquierdo, tan importante como importante el nivel de recaudación que se consiga tras la reforma es la estructura normativa del tributo y cómo se reparta la carga fiscal entre los distintos colectivos y fuentes de renta.

Por ello, pidió que la próxima reforma fiscal mejore la situación tributaria actual, pero sin empeorar la situación de ningún colectivo. En este sentido, Izquierdo rechazó la supresión o reducción de la deducción por planes de pensiones y el aumento de la tributación por plusvalías.

Izquierdo defendió una reducción del tipo general del Impuesto de Sociedades del 35% al entorno del 30%, cifra similar al tipo medio de la Unión Europea (UE) de los 15, y cinco puntos por encima del tipo medio de la UE ampliada, que es del 25%. También pidió que se recupere la exención fiscal para los beneficios extraordinarios que se reinviertan, una medida que estuvo vigente hasta 1996.