Así se recoge en el último número de la Revista del Instituto de Estudios Económicos, dedicada a "Las Balanzas Fiscales Personales", presentado hoy en rueda de prensa.

Desde el IEE explican que las balanzas territoriales se han de analizar con "enorme cautela" y que "en ningún caso pueden tomarse como valores exactos", por lo que su utilidad se ve reducida.

El director general del IEE, Juan Iranzo, defendió la necesidad de "volver a los orígenes de la Hacienda Pública: son las personas físicas y jurídicas las que tributan".

Iranzo señaló que ahí radica "el principio de equidad y eficiencia", y agregó que hay que tenerlo en cuenta para "lograr un modelo sostenible y la cohesión social necesaria".

En este sentido, el director del Servicio de Estudios del Instituto, Gregorio Izquierdo, afirmó que "hay que reivindicar" las balanzas fiscales personales y que "han de ser tenidas en cuenta para las políticas públicas".

Izquierdo señaló que con el aumento del gasto público en las comunidades autónomas donde hay individuos que aportan más"no se solucionaría el problema de la balanza fiscal de los individuos, si no la financiación" de las regiones.

Por su parte, Leopoldo Gonzalo, catedrático de Hacienda Pública y Derecho Fiscal de la UNED y uno de los responsables del estudio, explicó las 40 balanzas fiscales que desde distintas instituciones se han presentado en los últimos años,"muestran resultados enormemente divergentes entre sí".

Gonzalo señaló que estas diferencias "no son sólo cuantitativas, también de signo: una misma región presenta saldo positivo o negativo, según la balanza".