Los investigadores, que trabajan en el Instituto Nacional de Salud de EE.UU., analizaron el ADN de 200 niños con altos coeficientes intelectuales y los compararon con el de niños normales. Aunque los resultados finalesno se conocerán hasta el año que viene, el estudio ya ha encontrado diferencias claves entre varios genes de unos y otros.

"Creo que es necesario reconocer la importancia de la influencia genética y que es posible que descubramos los genes para la inteligencia", afirmó Robert Plemin, jefe del grupo de investigación.

El próximo paso será descubrir de qué manera estos genes actúan en el desarrollo de las facultades intelectuales. Una teoría afirma que su labor consiste en ayudar a la aparición de nuronas y otra que lo hace con las conexiones que éstas realizan entre una parte y otra del cerebro.

El descubrimiento abre nuevas puertas a que en el futuro se puedan modificar las características genéticas del ser humano para hacerle más inteligente, más guapo o más fuerte, lo que será, a buen seguro, motivo de polémicas. "Los padres podrían convertirse en arquitectos y cada niño en su última adquisición comercial", afirmó Jeremy Rifkin, autor del libro "El siglo Bio-tech".