El descubrimiento, realizado por un equipo de científicos belgas, franceses y canadienses, puede ayudar alos médicos a diagnosticar la enfermedad en su fase más temprana, y además hacer posible la aplicación de nuevos tratamientos, ya que el gen descubierto es un potencial objetivo terapéutico para el tratamiento de la diabetes no insulinodependiente, enfermedad que está en aumento en el mundo.

La investigación, dirigida por el doctor Stephane Schurmans de la Universidad Libre de Bruselas, se centró en la observación de ratones que carecían del gen descubierto, lo que demostró que este gen es un regulado esencial. Los ratones que tenían este gen desactivado nacieron con niveles muy bajos de azúcar en la sangre y murieron en un breve periodo de tiempo.

Schurmans ha señalado que el descubrimiento tiene dos beneficios potenciales: uno de ellos es que se puede crear un medicamento que haga trabajar a este gen de manera más efectiva y así llevar el nivel de azúcar en la sangre a la normalidad. El otro es que el descubrimiento puede ayudar a diagnosticar la diabetes tipo 2 en su fase más temprana y evitar sí las consecuencias de su detección tardía entre las que se encuentra, por ejemplo, la ceguera.