Las BIIF, constituidas por un técnico y agentes medioambientales en cada una de las provincias de la región,trabajan durante todo el año investigando el 100 por cien de los incendios forestales originados en Castilla y León.

Durante los meses de mayor riesgo de incendios, su principal objetivo es esclarecer cuál es la causa y la motivación que ha originado los incendios forestales, con el fin de poder planificar la medida preventiva que mejor se adapte a evitar que el fuego se vuelva a producir.

Los siniestros forestales cuyos presuntos autores han sido identificados fueron los producidos en Candelario (Salamanca), el pasado 1 de agosto, donde un ciudadano quiso quemar la finca de un vecino "con el que se llevaba mal"; el de Cerdillo (Zamora), el día 8 de julio, cuyo presunto causante es una "persona desequilibrada mentalmente que reconoce prender para fastidiar".

También el incendio de Nuez (Zamora), del 16 de julio, que se originó durante los trabajos de una cosechadora y el Palazuelo, también en Zamora, en el que el presunto autor es "otro desequilibrado".