EL ICONA TEME QUE LA MASIFICACION Y ALGUNAS PRACTICAS DEPORTIVAS DETERIOREN LOS PARQUES NACIONALES

HUESCA
SERVIMEDIA

El Instituto Nacional para la Conservación de la Naturaleza (Icona) teme que la masificación que sufren en algunas épocas del año los parques nacionales y determinadas prácticas deportivas puedan alterar e incidir negativamente sobre estos espacios protegidos.

El director del Icona, Santiago Marraco, señaló en un encuentro con periodistas mantenid en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Pérdido (Huesca), que en los parques nacionales de montaña la dificultad que entraña acceder por algunas zonas provoca aglomeraciones en las áreas de más fácil acceso.

Además, Marraco indicó que determinadas prácticas deportivas típicas de zonas de montaña, como el "mountain bike", el piragüismo, el parapente, el ala delta o la espeleología, también podrían provocar un impacto negativo en los parques nacionales si no se imponen los controles necesarios.

Po ello, el director del Icona aseguró que algunos Planes Rectores de Uso y Gestión (PRUG) de los parques nacionales limitarán el número de visitantes de acuerdo a la capacidad de acogida de cada área.

El proyecto de PRUG del Parque Nacional de Ordesa y Monte Pérdido, a cuyo texto han sido presentadas 20 alegaciones, limita la presencia máxima de visitantes en la zona de Ordesa a 1.500 personas.

En la actualidad este área acoge a unos 4.000 visitantes diarios durante las fechas de máxima afluencia e público, por lo que los alcaldes de la zona consideran excesiva la limitación.

Respecto a determinadas prácticas deportivas, Marraco expresó sus temores ante la intención de algunos municipios de crear un centro de acogida de espeleólogos.

El máximo responsable del Icona aprobó la ejecución de trabajos de investigación dentro de los parques nacionales, pero alertó sobre el riesgo que entraña convertir la espeleología en una atracción turística.

Sin embargo, Francisco Pullalto, alcalde de Tlla, uno de los municipios que están dentro del parque nacional enclavado en el Pirineo aragonés, consideró que estos temores carecen de fundamento y abogó por abrir este entorno a este tipo de actividades.

Un estudio realizado recientemente por la Universidad de Zaragoza concluye que el Parque Nacional de Ordesa y Monte Pérdido no ha influido negativamente sobre la economía de los pueblos de la comarca, si bien señala que ha disminuido la actividad agrícola y ganadera y ha aumentado la del sector sericios.

La presencia del parque ha provocado que los ayuntamientos dejen de percibir alrededor de cinco millones de pesetas anuales al no explotar los recursos forestales, pero ha incrementado los ingresos procedentes del turismo y ha creado 90 puestos de trabajo directos.

(SERVIMEDIA)
17 Mayo 1993
GJA