López Combarros realizó esta previsión durante su intervención en el curso "El buen gobierno de las empresas", que se celebra durante esta semana en la Universidad Internaconal Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander, organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) y patrocinado por el BBVA.

Así, el presidente de ICAC explicó que las contabilidad de los grupos empresariales consolidados cotizados deberán adaptarse a las nuevas normas marcadas por la Unión Europea (UE) en 2005, con el objeto de poder comparar las cifras de las compañías con independencia del país comunitario en el que operen.

Esta obligación no afecta a los grupos empresarials no cotizados, si bien López Combarros afirmó que "deberán hacer lo que les parezca razonable durante dos o tres años, mientras que las empresas individuales con participaciones en la bolsa "estarán sujetas a criterios puramente españoles incluyendo un anexo en su documentación con una versión del balance y de la cuenta de pérdidas y ganancias de acuerdo con las normas internacionales".

En cuanto al resto de empresas, explicó que "se producirá una acomodación del plan general de contabilidad a los crterios comunitarios en un periodo máximo de 3 años", por lo que en 2007 también se podrán comparar sus cuentas con las del resto de sociedades.

Por lo que se refiere a los criterios internacionales, López Combarros consideró que la armonización contable mundial todavía "no se va resolver", pero confió en que en el periodo 2007-2010 los organismos emisores europeos y estadounidenses "se pongan de acuerdo y se constituyan las normas contables mundiales".

Finalmente, el presidente de ICAC reconoció ue existen sectores económicos que no están de acuerdo con algunos de los artículos de la nueva normativa contable, en concreto se refirió al sector financiero, al sector seguros y al de las concesiones (distribución de agua, eléctricas). "En estos momentos existe una comisión mundial, en la que participa España, que está tratando de resolver estas diferencias", añadió.

"A las empresas se les va a requerir una mayor cantidad de información y un desglose de la misma, espero que las compañías empiecen apreparar estos cambios y no los dejen para el último día. Se van a crear nuevos conceptos contables, pero no van a implicar ningún trauma porque el proceso se realizará poco a poco", concluyó López Combarros.